El perdón no rechaza la culpa, no se defiende ante la culpa, no huye de la culpa, ni utiliza la mente para argumentar (defender) un punto de vista más elevado para conseguir tener razón. El Perdón es un vehículo del Amor, y por tanto extiende Amor donde había una falta de Él. Al reconocer que todo juicio, culpa o castigo es una falta de Amor, el perdón es una entrega para que entre Amor en la consciencia. Hacer las paces con uno mismo es dejar de utilizar cualquier contenido del sueño para reafirmar el juicio, la culpa, el rechazo o el castigo, y entregarse al Amor. Hacer las paces contigo te trae de regreso a la Perfecta Inocencia de tu Ser, la cual siempre Ha Sido, Es y eternamente Será. La Inocencia no es algo que consigues, sino que radica en el hecho de que seas Creado.